Por Mauricio López Rueda
El presente y futuro del Aeropuerto de Medellín es objeto de constante discusión por parte de empresarios, dirigentes gremiales y gubernamentales; académicos y habitantes de Antioquia en general.
La ubicación geográfica es uno los principales asuntos que despiertan polémica. Algunas voces insisten en que el Aeropuerto debe dejar de funcionar porque argumentan que el espacio que ocupa en el sector de Guayabal, 150 hectáreas, podría ser mejor utilizado en un parque, generando espacio público de calidad para la comunidad medellinense; también señalan que un aeropuerto ubicado en zona urbana impide la construcción de edificios y genera molestias a los vecinos por ruido y vibraciones en las estructuras. Otras voces admiten que el departamento no puede quedarse con un solo terminal aéreo, como el José María Córdova, pero sugieren que podría construirse otro en Santafé de Antioquia.
Por otra parte, las miradas sobre la conveniencia de permanecer en funcionamiento, enfatizan en que contar con dos puertos aéreos cercanos a Medellín favorecen el comercio, el turismo y el desarrollo en general de la región antioqueña. Somos el segundo aeropuerto del país con mayor tráfico de aeronaves, un referente patrimonial y bien de interés cultural de la Nación, además de punto de conexión aérea hacia zonas como Urabá y Chocó. Importantes eventos culturales de ciudad suceden en nuestras instalaciones, como el Festival Internacional de Tango, el Festival Altavoz y el Festival de Cine Colombiano de Medellín.
Para favorecer espacios de opinión ciudadana sobre un tema de importancia para Medellín y el departamento, hemos convocado a un conversatorio que contará con la participación del exalcalde de Medellín, Juan Gómez Martínez, el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Eugenio Prieto Soto, el director de la Mesa Ambiental de la Comuna 15, Jorge Humberto Ortíz y al miembro de esta misma Mesa Ambiental, Tito Gómez Montes.
