Atiendo con amabilidad, igualdad y equidad a todas las personas en cualquier situación a través de mis palabras, gestos y actitudes, sin importar su condición social, económica, religiosa, étnica o de cualquier otro orden. Soy amable todos los días, esa es la clave, siempre.
Estoy abierto al diálogo y a la comprensión a pesar de perspectivas y opiniones distintas a las mías. No hay nada que no se pueda solucionar hablando y escuchando al otro.
Lo que no hago:
Nunca actúo de manera discriminatoria, grosera o hiriente, bajo ninguna circunstancia.
Jamás baso mis decisiones en presunciones, estereotipos, o prejuicios.
No agredo, ignoro o maltrato de ninguna manera a los ciudadanos ni a otros servidores públicos.
Lo que hago:
Uso responsablemente los recursos públicos para cumplir con mis obligaciones. Lo público es de todos y no se desperdicia.
Cumplo con los tiempos estipulados para el logro de cada obligación laboral. A fin de cuentas, el tiempo de todos es oro.
Aseguro la calidad en cada uno de los productos que entrego bajo los estándares del servicio público. No se valen cosas a medias.
Siempre soy proactivo comunicando a tiempo propuestas para mejorar continuamente mi labor y la de mis compañeros de trabajo.
Lo que no hago:
No malgasto ningún recurso público.
No postergo las decisiones y actividades que den solución a problemáticas ciudadanas o que hagan parte del funcionamiento de mi cargo. Hay cosas que sencillamente no se dejan para otro día.
No demuestro desinterés en mis actuaciones ante los ciudadanos y los demás servidores públicos.
No evado mis funciones y responsabilidades por ningún motivo.
Lo que hago:
Asumo mi papel como servidor público, entendiendo el valor de los compromisos y responsabilidades que he adquirido frente a la ciudadanía y al país.
Siempre estoy dispuesto a ponerme en los zapatos de las personas. Entender su contexto, necesidades y requerimientos es el fundamento de mi servicio y labor.
Escucho, atiendo y oriento a quien necesite cualquier información o guía en algún asunto público.
Estoy atento siempre que interactúo con otras personas, sin distracciones de ningún tipo.
Presto un servicio ágil, amable y de calidad.
Lo que no hago:
Nunca trabajo con una actitud negativa. No se vale afectar mi trabajo por no ponerle ganas a las cosas.
No llego nunca a pensar que mi trabajo como servidor es un “favor” quele hago a la ciudadanía. Es un compromiso y un orgullo.
No asumo que mi trabajo como servidor es irrelevante para la sociedad.
Jamás ignoro a un ciudadano y sus inquietudes.
Lo que hago:
Tomo decisiones informadas y objetivas basadas en evidencias y datos confiables. Es muy grave fallar en mis actuaciones por no tener las cosas claras.
Reconozco y protejo los derechos de cada persona de acuerdo con sus necesidades y condiciones.
Tomo decisiones estableciendo mecanismos de diálogo y concertación con todas las partes involucradas.
Lo que no hago:
No promuevo ni ejecuto políticas, programas o medidas que afectan la igualdad y la libertad de personas.
No favorezco el punto de vista de un grupo de interés sin tener en cuenta a todos los actores involucrados en una situación
Lo que hago:
Siempre digo la verdad, incluso cuando cometo errores, porque es humano cometerlos, pero no es correcto esconderlos.
Cuando tengo dudas respecto a la aplicación de mis deberes busco orientación en las instancias pertinentes al interior de mi entidad. Se vale no saberlo todo, y también se vale pedir ayuda.
Facilito el acceso a la información pública completa, veraz, oportuna y comprensible a través de los medios destinados para ello.
Denuncio las faltas, delitos o violación de derechos de los que tengo conocimiento en el ejercicio de mi cargo, siempre.
Lo que no hago:
No le doy trato preferencial a personas cercanas para favorecerlos en un proceso en igualdad de condiciones.
No acepto incentivos, favores, ni ningún otro tipo de beneficio que me ofrezcan personas o grupos que estén interesados en un proceso de toma de decisiones.
No uso recursos públicos para fines personales relacionados con mi familia, mis estudios y mis pasatiempos (esto incluye el tiempo de mi jornada laboral, los elementos y bienes asignados para cumplir con mi labor, entre otros).
No soy descuidado con la información a mi cargo, ni con su gestión.
Lo que hago:
Cumplo con calidad y oportunidad las funciones y tareas asignadas con un alto nivel de compromiso, buscando el mejoramiento continuo en la gestión institucional, fundamentado en el cumplimiento de la política de anti soborno.
Busco alcanzar resultados que satisfagan plenamente a todos los grupos de interés de la entidad.
Ejerzo con liderazgo y capacidad de visión que sirva de inspiración a los demás y que, además, sea coherente en toda la entidad.
Aseguro que los procesos se implementen de manera sistemática así como las políticas, estrategias, objetivos y planes de la entidad
Lo que no hago:
No evado mis funciones y responsabilidades por ningún motivo
No promuevo ni ejecuto políticas, programas o medidas que afectan la gestión institucional.
No demuestro desinterés en mis tareas que me asignan.
Lo que hago:
Actúo de manera ordenada, metódica y perseverante con el fin de cumplir con las funciones y metas del área de desempeño, respetando los conductos regulares para lograr los objetivos deseados.
Cumplo con mis obligaciones, haciendo un poco más de lo esperado, al grado de sacar adelante, mi trabajo y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.
Reconozco los apoyos que tengo y los aprovecho de tal manera que ayuden a llegar a la meta.
Mantengo un ambiente agradable y armónico laboral
Siempre soy proactivo comunicando a tiempo propuestas para mejorar continuamente mi labor y la de mis compañeros de trabajo.
Lo que no hago:
No veo el compromiso como una carga
No hace falta que me vigilen y controlen, porque soy una persona que estoy al pendiente de cumplir lo que le corresponde
No evado mis funciones y responsabilidades por ningún motivo.