Por Mauricio López Rueda
José Alexander Chanchí Silva es un huilense de 40 años de edad que vive en Medellín desde hace más de una década. Hace música infantil por intuición y trabaja como actor de teatro callejero en los semáforos de la ciudad, interpretando a un Mosquetero que promueve el uso de cinturón de seguridad, el casco para motociclistas y el respeto al peatón. Pero en las tardes del Parque Cultural de la Feria de las Flores ha encarnado a un floricultor que regala flores a quienes nos visitan en la Plaza Gardel.
En las tardes llenas de ritmos y sabor, sus flores se han agotado en poco tiempo, yendo a parar en los cabeza de cientos de señoras y señoritas que disfrutan los conciertos. Y el miércoles de feria fue una tarde de música muy refrescante que sirvió de oasis en medio de un día extremadamente caluroso.
Alex no dio abasto, al igual que los vendedores de cervezas, jugos, agua y gaseosas. Pero después de las 5 de la tarde, el viento empezó a acariciar los rostros de los visitantes, como anunciando la fiesta que estaba a punto de encenderse. Tomback inmediatamente se subió al escenario, hizo clic en las caderas de los presentes con una rutina de percusión y baile. La energía de los ecuatorianos contagió al público, y desde ese momento nadie permaneció sentado ni quieto en sus respectivos puestos.
Providencia puso el listón aún más alto con su reggae mezclado. Liderada por Camilo Restrepo, la banda que surgió en la comuna 16 puso a bailar hasta a los más viejos, con geniales versiones de La Murga y Juanita Bonita. La Santa Cecilia fue el abrebocas perfecto para Manuel Medrano. El grupo mexicano, que emula el nombre de una vieja banda de los años 70, pero que en nada se parece musicalmente, tiró al ruedo un repertorio de pop indie en el que las letras aterrizaban en picada en los oídos de los asistentes. “Esto es para bailar y pensar”, dijo La Marisoul Hernández, encantadora vocalista del grupo que fusiona el bolero, el rock y el jazz.
La Santa Cecilia fue un descubrimiento, una epifanía para los sentidos.
El final de la jornada fue con Manuel Medrano, el joven cartagenero que rompe récords de ventas y que hasta se ha dado el lujo de besarse con Miguel Bosé. Medrano encendió los corazones del público femenino, y al mismo tiempo enterneció el de los hombres. Cuando empezó a soltar su repertorio, en Plaza Gardel no cabía un alfiler, y así estuvo hasta el final, pues nadie quería perderse ninguna de las canciones de la nueva estrella pop de Colombia.
Hasta el final también se quedó Alex, con su atuendo de campesino silletero y con la satisfacción de haber entregado cada una de sus flores. Magia, fue una tarde y noche de magia en Plaza Gardel, escenario que vivió su última jornada musical el jueves de Feria de las Flores con el Conjunto Clásico, Diego Galé y Los Graduados.
De esta manera, en nuestros 85 años de historia, nos consolidamos como patrimonio no solo del transporte aéreo nacional, sino de la cultura a nivel mundial.
